Un tipo vivia en un lugar que estaba pasando por una inundación grande, y él oraba para que el Señor lo salvará, y vinieron en una lancha recogiendo a las personas y él no se quiso montar en la lancha, y se puso a decir: “No, el Señor me va a salvar, Él es mi Salvador, me va a salvar.”
Y los de la lancha recogieron otros y se fueron, y después llega otra lancha buscando a esos otros que están perdidos en medio de la inundación, y el hombre ya se había subido al techo porque el agua de la inundación ya había subido mucho y él no se quiso montar: “No, no, Dios me va a salvar, el Señor me va a salvar, yo sirvo a Él y Él me va a salvar,”. Entonces también se fue esa lancha y la final el hombre se ahogó.
Cuando llego al Cielo, le comienza a reclamar a Dios: “Señor, yo siempre te he servido, he sido fiel a ti y estaba esperando que me salvaras en esa inundación y no me salvaste”
Y el Señor le dice: "¡Pero si te mandé dos botes!"
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