Una buena excusa

Todo el mundo tiene una buena excusa para no asistir a la iglesia. Si tomamos todas esas excusas y las aplicamos a otras cosas que hacer (o no hacer), como comer, se podría sacar la siguiente lista:

1. Me obligaban a comer cuando era niño.
2. Las personas que comen todo el tiempo son hipócritas, no están realmente hambrientas.
3. Hay tantos tipos diferentes de comidas, que no puedo decidir que comer.
4. Yo solía comer, pero me aburrí y deje de hacerlo.
5. Yo sólo cómo en ocasiones especiales, como Navidad y en Pascua.
6. Ninguno de mis amigos viene a comer conmigo.
7. Voy a empezar a comer cuando sea mayor.
8. Yo realmente no tengo tiempo para comer.
9. No creo que comer haga bien a nadie. Es sólo una muleta para la gente.
10. Los restaurantes y las tiendas de comestibles están sólo detrás de tu dinero.