Tan solo la verdad

Después de escuchar un sermón sobre el estilo de vida de una familia cristiana, la señora de la casa pensaba que tenían que hacer algo para dar testimonio de Jesús. Así que invitó a sus vecinos a cenar la noche del siguiente viernes.

Cuando llegó a la comida, la anfitriona estaba dispuesta a mostrar sus vecinos como se respetaban las normas cristianas en su casa.

Así que le pidió a Johnny, su hijo de 5 años, decir la oración de gracias por los alimentos.

Pero el pequeño Johnny era un poco tímido. "No sé qué decir" - dijo. Hubo una pausa incómoda, seguida de una sonrisa tranquilizadora de la madre del chico.

"Bueno querido," - dijo ella - "solo repite lo que dijo papá en el desayuno esta mañana." 

Obediente, el muchacho repitió: "¡Oh rayos! ¿¡Por qué tiene que venir toda esa gente horrible a cenar esta noche!?"