Un cristiano que iba de camino hacia su casa tarde en la noche noto como una misteriosa persona se le acercó y le dijo: "Usted seguro no me conoce, pero veo que usted pasará por una gran pérdida, tristeza y enojo".
-¿En serio? -le dijo el hermano sorprendido- ¿Será que usted es profeta?
-Pues verá; más que profeta, soy asaltante. ¡Así que deme todo lo que tiene!
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