Uno de los pastores indignado dijo: "Saqué un rifle y comencé a dispararles pero todo lo que logré fue llenar de hoyos el techo".
"Pues yo traté de atraparlos vivos en una jaula" - dijo otro. "Luego los fui a botar como a 75 kms de aqui, pero toditos volvieron".
"Pues yo sí que no he tenido ningún problema con ellos", dijo el tercer pastor. "¿Qué hiciste?" -preguntaron los otros dos asombrados.
"Bueno", respondió - "Yo simplemente los bauticé y recibí como miembros de la iglesia. ¡Jamás los he vuelto a ver!"
esta bonito Dios los bendiga
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