Un ministro de Dios había llevado una carga secreta del pecado en lo más profundo de su corazón. Había cometido este pecado muchos años antes, durante su entrenamiento en el Instituto Bíblico. Nadie sabía lo que había hecho y él sabía que se había arrepentido de corazón. Aún así, había sufrido años de remordimiento por el incidente sin sentirse perdonado por Dios.
Una mujer en su iglesia amaba profundamente a Dios y afirmaba tener visiones en las que Jesús hablaba con ella. El ministro, escéptico de sus afirmaciones, le dijo:
"Miré, la próxima vez que hable con el Señor quiero que le pregunte por el pecado que yo había cometido mientras estaba en la escuela bíblica." La mujer accedió amablemente.
Cuando llegó a la iglesia unos días después el ministro le preguntó:
"Hermana ¿Ya habló con el Señor Jesús?"
Ella le dijo: "Sí".
"¿Y le pregunto qué pecado había cometido?"
"Sí, yo le pregunté," contestó ella
"Bueno, ¿y qué le dijo?", le pregunto el pastor.
"El Señor me dijo: 'No sé, ya no me acuerdo'".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes enviarnos tu comentario
!Que Dios te bendiga!