Llega a una iglesia cristiana el nuevo pastor: serio, rostro adusto, ceño fruncido, pocas palabras.
A los pocos días las mujeres del ministerio de oración le dicen: Pastor, ¿nos permite orar por Ud., para que reciba al Espíritu Santo? El Pastor, bastante molesto, les responde: ¡Yo ya recibí al Espíritu Santo!
A los pocos días de nuevo las señoras del ministerio de oración: Pastor, ¿nos permite orar por Ud., para que se le note el Espíritu Santo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes enviarnos tu comentario
!Que Dios te bendiga!